domingo, 29 de noviembre de 2009

“CUANDO NO SOMOS FELICES”


Jorge Luís Difó

Reciban un saludo de victoria, amigos lectores de este importante medio de comunicación que se ha trazado la meta de no sólo ser un informador de acontecimientos sociales, sino también de inyectarle ánimo a nuestra autoestima a través de los sinceros consejos que sencillamente puedo aportar. Agradezco de corazón el honor que me dan al leer y compartir este artículo como lo han hecho con los anteriores.

La vida fue creada por un fin y fuimos creados para un fin. Muchas personas han estudiado y profundizado sobre la satisfacción que se siente el alcanzar la felicidad, y es correcto, es positivo trabajar cada uno y colectivamente por construir la estrella de la felicidad. Pero ¿hemos pensado que muchas personas no logran su realización personal y espiritual porque no superan la etapa de la infelicidad? No razonamos el porqué muchas personas no son felices y solo tendemos a criticarlas y cuestionarlas. Es más, parte de nuestros problemas sociales: delincuencia juvenil, pérdida de valores, consumo excesivo de estupefacientes, etc. se debe a que muchos de esos actores no superaron algún cuadro triste en su vida, y por ende, erróneamente se dedican a realizar actos tratando de sanar su herida.

Cuando no somos felices debemos entrar en contacto con nuestro Yo interior y escribir con tinta indeleble en nuestro corazón: “Soy importante, soy la razón por la cual el sol calienta y nos alumbra el día, si no existiéramos, las estrellas en el hermoso cielo no brillarían, las aves no serían poetas con su cantar, entonces lo que tiene mucho sentido, para nosotros no tendría”.

Hay personas que erróneamente luchan toda su vida, por descansar su felicidad en las riquezas, en momentos de placeres pasajeros. Más la verdadera felicidad y la realización podemos encontrarla perpetuamente en los valores morales, en el respeto a la vida y a los demás, en la honradez, en una sonrisa, en la unidad de la familia, en la lucha constante por construir una comunidad digna para seres humanos llamados hijos de Dios. Así de sencilla es la felicidad, pero sus resultados son reducidos a una palabra poderosa denominada AMOR…

Escucha a los demás: No hay nada más agradable a nuestro espíritu que alguien nos escuche y nos preste atención. Escuchar es una virtud que fortalece a quien escucha y da ánimo a quien escuchamos ¿Cuántas muertes, cuántos errores podríamos evitar con sólo escuchar lo que nuestro ser querido nos quiere expresar?

En los momentos tristes de nuestros seres queridos es cuando más debemos amarles, hacerles sentir que no están solos y que con la unidad logramos superar cualquier obstáculo, sanar cualquier herida. “Cuando no somos felices, es la razón más fuerte que tenemos para ser feliz” ¡Dios te bendiga!


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EI autor es eI Secreatrio de CuItura de Ia Red de CIubes JuveniIes RCJ

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